José Barta; 7 de mayo de 2012
El 26 de abril de 2011, en la desaparecida pagina Web de Gestiona Radio, advertía del extraordinario riesgo que, para los contribuyentes, suponía la maniobra de Rodrigo Rato, de convertir el BFA en el “banco malo” de Bankia: “Esta maniobra suscita importantes dudas, si las ayudas públicas se prestan a la matriz (al BFA le ha prestado el FROB ya 4.465 millones de euros), ¿Cómo se garantizará el reintegro de los prestamos, con los intereses correspondientes?” (Bancos buenos y bancos malos españoles: ¿sinónimo de privatización de beneficio y nacionalización de pérdidas? El lector interesado puede leer el texto integro al final de este artículo)
Y es que el BFA era a todas luces inviable debido a la carga de activos inmobiliarios “invendibles” con la que se quedaba.
Lo que para mi resultaba un riesgo hábilmente desplazado al sector público, ha terminado convirtiéndose en un desastre generalizado, en el que no se ha salvado ni “el banco bueno”.
El 1 de junio de 2011, a raíz de una caída importante del rating de BANKIA, volví a la carga con un nuevo artículo titulado ¿Cómo pagará el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) sus deudas?, insistiendo siempre en que la principal preocupación se concretaba en el “banco malo” BFA, que serviría para hacer viable – y rentable – al “banco bueno”, BANKIA.
A partir de aquel momento los despropósitos en la gestión del día a día, de la estrategia astutamente concebida, han terminado por hundir a uno y a otro.
El pasado 16 de abril, del corriente año, no pude por menos que publicar un nuevo artículo que con el título “Bankia y su disparatada estrategia de liquidación de inmuebles” denunciaba la falta de un rumbo profesionalmente claro en la gestión de los activos inmobiliarios de esta entidad. Este fue el preludio de la actuación, que no intervención, de este lunes.
El riesgo que acumula BFA no se limita a los 4.465 millones de euros que en su día puso el FROB, se amplía con 7.273 millones de euros avalados por el Estado, a lo que se debe acumular los posteriores avales frente al BCE, no publicados hasta el momento, así como las actual ayuda de 7.000 millones o más. Pero no quedará esto aquí; salvar este desafuero supondrá bastante más de los 15.000 millones que parece insinúa el Ministro De Guindos a terceros. Salvar este “invento” del Partido Popular supondrá aportar una cantidad superior a los 30.000 millones de euros. Que claramente aportará el Estado, es decir los contribuyentes. ¡Buen control del déficit público!
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Bancos buenos y bancos malos españoles: ¿sinónimo de privatización de beneficio y nacionalización de pérdidas?
No quiero entrar en este comentario en un debate sobre a quién debe atribuirse la propiedad de las Cajas de Ahorro, ya que a mi parecer no resulta prioritario actualmente, dado el estado actual de estas entidades. Superada esta crisis quizás convenga entrar en este punto para depurar responsabilidades. Lo que si entiendo que resulta urgente es valorar las posibles soluciones que se están apuntando, como estrategias de salida, para la mayoría de ellas, de la crisis en la que se encuentran inmersas.
La reciente experiencia internacional nos apunta dos soluciones con inciertos resultados hasta el momento. Podríamos resumirlas en la experiencia irlandesa, consistente en la creación de un Banco Público que adquiere los activos inmobiliarios tóxicos (el NAMA) ( http://josebarta.wordpress.com/2010/04/05/una-comparativa-entre-irlanda-y-espana/) y la experiencia británica (http://www.hm-treasury.gov.uk/apa_aps.htm), que se concreta en un seguro público, con franquicia para el supuesto de posibles pérdidas. Ambas parten de un principio irrenunciable, la realización de una due diligence de dichos activos, imprescindible para minimizar los riesgos, protegiendo los intereses de los contribuyentes. Es decir, no se pone ni un solo céntimo de Libra o de Euro, sin conocer la realidad del valor de estos activos.
Esta posición, lógicamente, aflora los “agujeros negros contables” de las instituciones financieras necesitadas de ayuda, pero impide trasladar perdidas al sector público, en detrimento de los contribuyentes.
En España se acaba de presentar una solución totalmente distinta: segregar el negocio principal, con los “activos buenos”, en un Banco de nueva creación (como puede ser Bankia), dejando los activos “malos” en el Banco matriz (que sería BFA). Naturalmente, en un alarde de “transparencia contable”, entre los activos de la matriz se encontrarían la totalidad de las acciones del Banco Bueno.
Esta maniobra suscita importantes dudas, si las ayudas públicas se prestan a la matriz (al BFA le ha prestado el FROB ya 4.465 millones de euros), ¿Cómo se garantizará el reintegro de los prestamos, con los intereses correspondientes?, y es que el Banco Bueno saldría a cotización y, si su máximo accionista (la matriz, ahora Banco Malo) no es capaz de generar el suficiente Core Capital, para asumir las pérdidas de sus activos tóxicos, se verá obligado a sucesivas ventas de acciones del Banco Bueno, hasta perder su control, e incluso la propiedad del mismo, pudiendo superar su pasivo a su activo, entrando en quiebra.
Esta situación no es descabellada, dada la persistencia de la crisis inmobiliaria en nuestro país.
La nueva SOLUCIÓN PROPUESTA podría suponer una grave PERDIDA para las arcas públicas, tal como ha sucedido en Irlanda (http://josebarta.wordpress.com/2010/04/05/el-responsable-de-la-crisis-irlandesa-segun-patrick-honohan-gobernador-del-banco-central-de-irlanda/ )
, pero acrecentado por nuestra dimensión.
Ante estos riesgos difícilmente se podrá justificar la omisión de medidas encaminadas a garantizar la recuperación de las ayudas públicas otorgadas, y mucho menos prestar un euro más sin una due diligence rigurosa sobre la totalidad de los créditos y activos inmobiliarios.
La próxima semana les comentaré que elementos críticos debe superar una correcta solución para este problema.
José Barta
Consejero Industrial Livingstone Partners
26 de abril de 2011.