José Barta; 23 de noviembre 2011
Acaba de hacerse público que El Banco de España ha ofrecido a los posibles interesados en pujar por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) asumir las pérdidas que afloren por la venta de los activos inmobiliarios en el balance de la entidad alicantina.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente del Banco de España, asumiría las minusvalías por la venta de dichos activos, ya sean edificios o suelo adquiridos o adjudicados a cambio del pago de deudas.
El objetivo del organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez es hacer más digerible la elevada exposición al ladrillo de la entidad intervenida el pasado 22 de julio, que registró pérdidas de 1.731 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio y una morosidad del 20%.
Las siete entidades financieras que han presentado ofertas no vinculantes por la CAM (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Ibercaja, Barclays y JC Flowers) disponen de plazo hasta mañana 24 de noviembre para presentar sus ofertas en firme.
El Banco de España ha mejorado la condiciones para adquirir la CAM coincidiendo con los cada vez mayores problemas de solvencia que atravesaba el Banco de Valencia, participado en un 27% por Banco Financiero y de Ahorros (BFA), y que finalmente desembocaron en su intervención el pasado lunes 21 de noviembre. Y con el que previsiblemente se siga el mismo proceso.
La de la CAM sería la segunda operación en la que el FROB asume unos riesgos no cuantificados realmente.
La primera se produjo cuando el BFA procedió a la creación de BANKIA y a su salida al mercado bursátil, trasladando a esta todo el negocio bancario, quedándose la matriz con deuda pública española y “portuguesa” (10.307 M €), créditos inmobiliarios dudosos y suelo adquirido valorados en 7.429 M€ (su valor de mercado será inferior al cuarenta por ciento) y las participaciones de BANKIA y de otros, valoradas inicialmente en 15.470 M €, que a la venta del 40% de BANKIA pasaron a valer en torno a 8.000 M€, entre las que están las del Banco de Valencia. Con esto y algo más tiene que hacer frente, entre otros pagos más de 7.000M€ de financiación avalada por el Estado español y 4.465 M€ recibidos del FROB1 (Vale la pena leer el Balance individual del BFA, en la CNMV.
Con activos altamente sobrevalorados y un muy fuerte endeudamiento, el BFA terminará no pudiendo hacer frente a sus compromisos.
El Órgano regulador, el B de E, en ningún momento exigió las garantías habituales en este tipo de operaciones, en el sector privado, para evitar precisamente la indefensión de los acreedores, que se han quedado en la matriz de todo el montaje. Malo para los privados, pero vergonzoso por parte de la Administración Pública.
El siguiente será el Banco de Valencia, y los siguientes…les aseguro que los habrá.
Seguimos los pasos que llevaron al desastre al sector público irlandés (pueden leer el post titulado Sobre solvencia, liquidez y el sacrificio de la sociedad a favor de los bancos, publicado el pasado 17 de noviembre en este blog)
Hemos reinventado la socialización de las deudas y la privatización de los beneficios. Y esto de la mano, todavía, de un Gobierno socialista. Tiene narices.
Me queda una duda, el infausto Fernández Ordoñez, todavía Gobernador del B de E, ¿habrá elevado consultas a su sucesor, o – ante las dudas sobre su persona – al que lo nombrará, al señor Rajoy?
Y todavía otra duda ¿Qué se va a hacer con las auditoras que no auditan? ¿Se tomaran medidas? ¿Se exigirán responsabilidades? ¿Se las inhabilitará para los próximos 20 o 30 años? En este país todos los…se van de rositas.