En un futuro, ya presente, las empresas que liderarán los mercados serán aquellas que hayan conseguido desarrollar cultura de emprendimiento innovador en sus organizaciones, capaz de hacerlas reaccionar con rapidez a los retos derivados de las actuales incertidumbres; el resto de empresas terminará trabajando en nichos marginales de mercado, por su escasa capacidad de aportar valor al consumidor.
Innovar no es otra cosa que buscar y encontrar soluciones más eficientes a viejos o nuevos problemas.
En definitiva, innovar exige eficiente gestión del conocimiento e inconformismo, para buscar las mejores soluciones a los limites que nos impone la realidad.
Por consiguiente, la innovación se encuentra al alcance de todas las economías, pero exige grandes esfuerzos y corre el riesgo del fracaso.