El pasado miércoles, 16 de diciembre, celebramos online el 7º de los Coloquios entre familias empresarias correspondiente al ciclo que, bajo el título “Reforzando el liderazgo de la empresa familiar”, comenzamos el 22 de enero, en el Casino de Madrid.
La pandemia que estamos sufriendo nos ha obligado a buscar soluciones insospechadas hace diez meses: A los encuentros presenciales sucedieron los encuentros online, dando paso estos a encuentros mixtos (presenciales y online). Esta última experiencia no fue positiva, dado que la distancia de seguridad impedía la intimidad del debate alrededor de una misma mesa, característica de nuestros Coloquios, al tiempo que los participantes online alternaban el no poder oír bien lo que se decía, con no poder ver las diapositivas que se proyectaban. En definitiva, un fracaso derivado de la imposibilidad que, desde el Casino de Madrid, hemos tenido para gestionar la complejidad tecnológica que exigía esta opción. Ante esta realidad, opté por retomar los coloquios exclusivamente online, reduciendo el aforo de participantes, y cuidando el perfil de los mismos, en función de los temas a debatir. Como contrapartida, los ausentes interesados pueden visualizar las grabaciones de las sesiones, que serán públicas, salvo casos excepcionales.
Este es el modelo que seguiremos mientras se mantengan las actuales limitaciones sanitarias en los contactos interpersonales, así como cada vez que contemos con un invitado experto que resida fuera de España, alternativa esta que espero se produzca con cierta frecuencia.
A lo largo del 2020 hemos tratado sobre la denominada sociedad del conocimiento, que exige nuevos modelos empresariales, que no limiten la creación de riqueza a los beneficios económicos. El enriquecimiento profesional, intelectual y emocional de cuantas personas se encuentran vinculadas con una empresa, así como el cuidado del medioambiente y del bienestar de la sociedad en la que se trabaja, son también rendimientos obligados para toda empresa del futuro.
Las empresas familiares, por su sentido de legado, que se proyecta hacia las siguientes generaciones, apoyándose en los valores propios de la familia, está genéticamente llamada a liderar el desarrollo de los nuevos paradigmas.
El carácter español, con una alta capacidad creativa, puede llevar a nuestras empresas familiares a lograr un serio liderazgo en innovación, a nivel mundial. Para esto necesitamos de una vez por todas descartar el funesto esquema I+D+i, que no solo no se justifica por la naturaleza de sus integrantes, sino que nos lleva al error de considerar la innovación un fruto de la tecnología, algo completamente falso, por lo que debemos desarrollar, por ajustarse a la esencia de la innovación y del emprendimiento, el binomio i+e, en el que la formación y la cultura colaborativa resultan críticas.
En este 7º Coloquio hemos contado con la rica experiencia de Pedro Regueiro, experto en Sucesión y Gobierno de empresas familiares.
Estoy seguro de que el debate, al que puede acceder a través del siguiente enlace, le resultará ameno e instructivo, pues son numerosas y ricas las experiencias practicas que se relatan. Enlace al Coloquio El Consejo de familia instrumento de cohesión y progreso familiar