José Barta; 25 de febrero 2017
Mi buen amigo, e insigne profesor, Miguel Córdoba acaba de publicar un artículo (Preferentes e inmobiliario tienen nombre propio: Luis De Guindos) de obligada lectura para todos aquellos que, por edad o desconocimiento, no vivieron los albores de lo que, en pocos años, se transformó en la mayor crisis económica española de los dos últimos siglos (al margen de las pasadas guerras). También resulta imprescindible para todos aquellos que sí la vivimos, estupefactos ante la continua avalancha de mentiras institucionales, dado que en tres folios ha sido capaz de realizar una síntesis completa de aquella negra etapa de nuestra política económica y financiera, que tanto daño ha producido a la mayoría de españoles y residentes foráneos, y sigue produciendo.
Tres folios en los que muestra como ninguno de los grandes partidos clásicos fue ajeno al hundimiento económico y moral de este país. La creación de una falsa imagen de riqueza, que sería explotada en beneficio de las grandes corporaciones (incluidas la financieras) y servidores públicos sin escrúpulos, la destrucción de las Cajas de Ahorro, que durante dos siglos contribuyeron al crecimiento de la industria y la riqueza de los ciudadanos de economía media, y la implantación de la corrupción como instrumento de gestión empresarial, han arruinada a varias generaciones de ciudadanos de este país, con absoluta impunidad para los culpables, que siguen intentando mantener los yugos financieros que atenazan a las familias, tan solo aliviados por los Tribunales de Justicia de la Unión Europea, que contemplan escandalizados como su homónimo español (el Tribunal Supremo) sentencia impávido que la aplicación de la justicia debe supeditarse a su repercusión en la estabilidad del sistema financiero. ¡Y se quedan tan tranquilos¡, como sucedió con la limitación de derechos de reclamación tras la eliminación de las claúsulas suelo en las hipotecas (por ser nulas de pleno de derecho, dado su carácter leonino). Juristas que han perdido todo sentido de justicia, mentes corruptas que subordinan la justicia a la conveniencia de los intereses del más fuerte.
Miguel Córdoba ha realizado un magnifico trabajo, de rápida lectura, en la que descubre como los señores Rato y De Guindos (el primero sentenciado a prisión y el segundo, siguiendo los pasos del primero, Ministro de Economía) fueron responsables directos del comienzo de la gran crisis, que posteriormente alentó Zapatero.
Si desea leer el artículo en el blog del profesor Miguel Córdoba puede hacerlo a través del siguiente enlace: Preferentes e inmobiliario tienen nombre propio: Luis De Guindos