La principal diferencia entre un día de diversión y un día de Fiesta estriba en que, esta última, responde a la celebración de un acontecimiento que aporta sentido, da razón, a la vida de una persona, a la vida de una comunidad. La fiesta es un componente del espíritu humano y ayuda a articular la convivencia social.
Un pueblo sin fiestas es un triste pueblo que se asfixia en una existencia carente de sentido.
Para los cristianos las Fiestas de todos los Santos y de los Fieles difuntos nos recuerdan que el amor no termina con la muerte física. Nuestro amor a Dios y a nuestros hermanos permanecen siempre, son eternos, jamás terminarán, y esto no son palabras consoladoras, es algo en lo que creemos firmemente.
FELICES FIESTAS DE TODOS LOS SANTOS Y DE LOS FIELES DIFUNTOS