Ciudad del Vaticano, 20 de junio de 2013
El Papa Francisco recibió hoy en audiencia a unos 400 participantes de la 38 sesión de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) Food and Agriculture Organization.
Enlace de acceso al documento integro Urge derrotar al hambre y se puede
EXTRACTO:
(…) la situación mundial es especialmente difícil, no sólo a causa de la crisis económica, sino también por los problemas ligados a la seguridad, a demasiados conflictos abiertos, al cambio climático, a la conservación de la diversidad biológica.
(… ) Las iniciativas y las soluciones posibles son muchas y, no se limitan al aumento de la producción. Es bien sabido que la producción actual es suficiente y, sin embargo, hay millones de personas que sufren y mueren de hambre: esto, queridos amigos, constituye un verdadero escándalo.
(…) La persona y la dignidad humana corren el riesgo de convertirse en una abstracción
(…) La situación que estamos viviendo, aunque esté directamente relacionada con factores financieros y económicos, es también consecuencia de una crisis de convicciones y valores, incluidos los que son el fundamento de la vida internacional. Este es un marco que requiere emprender una consciente y seria obra de reconstrucción, que incumbe también a la FAO.
(…) la reforma iniciada (en la estructura de la FAO) para garantizar una gestión más funcional, transparente y ecuánime…es un hecho ciertamente positivo, pero toda auténtica reforma consiste en tomar mayor conciencia de la responsabilidad de cada uno, reconociendo que el propio destino está ligado al de los otros. Los hombres no son islas, somos comunidad.
(…) Somos conscientes de que uno de los primeros efectos de las graves crisis alimentarias, y no sólo las causadas por desastres naturales o por conflictos sangrientos, es la erradicación de su ambiente de personas, familias y comunidades. Es una dolorosa separación que no se limita a la tierra natal, sino que se extiende al ámbito existencial y espiritual, amenazando y a veces derrumbando las pocas certezas que se tenían.
(…) Podemos constatar tantas veces cómo los lazos familiares son esenciales para la estabilidad de las relaciones sociales, para la función educativa y para un desarrollo integral, puesto que están animados por el amor, la solidaridad responsable entre las generaciones y la confianza recíproca.
(…) Reconocer que la lucha contra el hambre pasa por la búsqueda del diálogo y la fraternidad comporta para la FAO el que su contribución en las negociaciones entre los Estados, dando un nuevo impulso a los procesos de toma de decisiones, se caracterice por la promoción de la cultura del encuentro (…) Pero esto requiere la disponibilidad de los Estados miembros, el pleno conocimiento de las situaciones, una preparación adecuada, e ideas capaces de incluir a toda persona y toda comunidad. Sólo así será posible conjugar el afán de justicia de miles de millones de personas con las situaciones concretas que presenta la vida real.