José Barta; 4 de abril de 2013
(El pasado 22 de abril, en rueda de prensa, García Margallo, comentó que la acción quedaba en suspenso, dado el efecto negativo en las relaciones con Israel. Sin perjuicio de mi desconfianza con el futuro de esta decisión, entiendo que mis argumentos son de consumo interno, independientemente de la reacción por parte del Estado de Israel, y por ello los mantengo)
Resulta paradójico que mientras Gonzalez Pons afirma que todo el PP es consciente de la necesaria reforma (recorte de gasto) de las Administraciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores, del Gobierno del Presidente Rajoy (que tengo entendido también lo es del PP), el pasado día 1 de abril publicaba, en el BOE, un anuncio de la apertura de una “Oficina Consular Honoraria de España en Gaza”.
Parece que el Ministro Garcia Margallo justifica tal decisión, que implica la correspondiente asignación presupuestaria, en la necesidad de dar cobertura a la población española residente en la zona.
Entiendo que el argumento de ayudar a nuestros compatriotas, se encuentren donde se encuentren, debe ser aceptado como perfectamente válido, solo que existen casos – como es el de la creación de este Consulado – en que me suena a absolutamente falso.
En la zona de Gaza no permanecen actualmente más de una docena de cooperantes españoles, financiados mayoritariamente por la propia Administración española, mientras que decenas de compatriotas, cientos incluso, se encuentran en otros países, muchos de ellos también prestando labores humanitarias, como los del África subsahariana, con una pobrísima cobertura consular, si es que tienen la suerte de que haya alguna en ese país, que muchos necesitan que se les preste apoyo desde países vecinos, o por representantes de otras naciones.
En la zona de Gaza se puede intervenir directamente desde el Consulado General de Jerusalén, algo que ha sido la constante hasta el día de hoy.
La creación de un Consulado en Gaza lleva implícito un segundo condicionante, ya que por mucho que el plácet lo pueda haber otorgado la Autoridad Palestina, situada en Ramala, es obvio que ésta no controla dicho territorio, por lo que esta decisión del Gobierno de España tendrá que ser negociado, y contar con la aprobación, de la organización terrorista Hamas (que así la califica así la Unión Europea), que controla Gaza desde el 2006.
Así que parece que el Gobierno Rajoy escatima en Justicia, Sanidad, Educación, Pensiones, y así un largo etc. de servicios a los ciudadanos españoles, pero asigna una nueva partida de gasto a uno de los muchos disparates acometido por el Gobierno Zapatero, como es la Alianza de las Civilizaciones, ya que ese parece el único argumento que justifica la decisión del nuevo consulado.