Hablar de teletrabajo en España es casi como hablar de futbol, en el sentido de que las “emociones” y las “impresiones”, de los que sobre ello escriben o hablan, se antepone a los datos oficiales de esta práctica, en gran medida por la ausencia de rigor, cuantitativo y cualitativo, de estos últimos.
A pesar de los años que llevo viviendo en este país, literalmente “toda mi vida”, no acabo de acostumbrarme a la desidia de las organizaciones empresariales para exigir rigor en las estadísticas oficiales, algo que resulta crítico a la hora de diseñar cambios estratégicos.
José Barta. 17 de agosto 2023
ESTADISTICAS INSUFICIENTES
El último trabajo publicado por el INE a este respecto aparece como “Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares 2022”. En este trabajo, el INE estudia una población de entre 16 y 74 años, si bien se puede segregar por edades, sexo, tipo de hogar, geografía…
El principal problema de esta encuesta, como manifiestan en nota 1(que podrá leer en los cuadros correspondientes), es que no se contrasta la realidad laboral de los encuestados, clasificándoles por la “autopercepción” que los mismos tienen, por lo que no puede ser más subjetiva la respuesta. No es este el único error; en ningún momento se pregunta a los encuestados sobre sus deseos o intereses en cuanto al teletrabajo y, como ni se les ha pasado por la cabeza cruzar sus respuestas con las de las empresas, desconocemos las posibilidades reales que los trabajadores tienen para desarrollar dicho tipo de trabajo, pues si la empresa no lo ofrece, o lo penaliza mucho, imposibilita su realización, si bien no logrará apagar su atractivo para el empleado, algo que en algún momento podría transformarse en factor de desagrado.
Todas estas preguntas son muy importantes, dado que este tipo de actividad laboral incide directamente en la conciliación familiar, con la consiguiente reducción de las desigualdades laborales entre hombre y mujer; en la salud y el bienestar, por reducción de tiempos perdidos por desplazamientos, así como por la reducción del consumo de combustibles fósiles, sea en transporte privado o público; en definitiva, de esta modalidad de trabajo depende en gran medida el cumplimiento de una buena parte de los objetivos de la agenda 2030, tanto por parte de las administraciones como por parte de las empresas.
A nivel meramente empresarial y de mercado no son pocas las áreas afectadas: desde la mejora de la satisfacción laboral, sin grandes costes añadidos, hasta la reducción de espacios en sus instalaciones, reducción en mobiliario, reducción de gastos de mantenimiento y conservación de las mencionadas instalaciones, etc, pasando por la reducción de los riesgos laborales in itinere, con la reducción de las urgencias médicas, o el estrés por atascos en los desplazamientos. Así mismo, el mejor conocimiento de la evolución de esta tendencia permitiría anticipar acciones que minoraran los riesgos, como la pérdida de clientes en restauración, en determinadas zonas, o la caída de usuarios del transporte público, o la reconversión de edificios de oficinas o de viviendas, etc.; o potenciar las oportunidades, como la oferta de comida a domicilio, la creación de áreas de descanso y video comunicación en entornos residenciales, etc.
La ausencia de información rigurosa, oficial, deja el mercado en manos de grupos de interés, que elaboran o publican aquellos datos que más les conviene. En algunos casos, esto es muy habitual en nuestro país, con la sola voluntad de retrasar los procesos evolutivos sociales, por mera pereza o miedo al cambio.
LA INFORMACIÓN ECONÓMICA SERVICIO A LA LIBERTAD
La información económica resulta critica para que empresas y ciudadanos conozcan los riesgos y oportunidades que se les puede presentar, y obren en consecuencia. La información rigurosa y eficiente distingue a aquellos países lideres en mercados, de los que vamos al rebufo y nos salvamos por el turismo.
Les propongo un ejercicio sobre la anterior afirmación. Supongo que no me discutirán que Alemania es, aun hoy, el motor de la economía europea (quizás el Gobierno de España lo discuta, pero es lo propio de la ignorancia atrevida); consulten, si son capaces de encontrarlas, en cuantas ocasiones ha realizado declaraciones públicas el señor Pablo Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España, en los últimos doce meses, manifestándose respecto a la futura evolución de la economía y mojándose respecto a la subida de tipos de interés del euro; se lo adelanto, una o ninguna.
Ahora tómense la molestia de visitar la página del Deutschland Bundesbank, se encontrarán con numerosas conferencias, entrevistas y artículos, en los que Joachim Nagel, su Presidente, “se moja” sobre lo que está sucediendo y sobre lo que es más probable que pueda suceder, incluso sobre su próxima postura en el Directorio del BCE. Supongo que el señor Hernández Cos le seguirá para estar informado. Con resultar patética la comparación, aun más lo sería si comparamos las declaraciones “políticas” de Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, con las declaraciones económicas de la vicepresidenta del Bundesbank alemán, Claudia Buch, nombrada hace unos días miembro del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, menos de un año antes de que expire el mandato de su presidente, Andrea Enria, puesto al que aspiran ambas. Del resto de Consejeros mejor no hablar; los españoles no aparecen ni en foto, al contrario de los alemanes, cada uno con un área de competencia económico-financiera.
Discúlpenme este desahogo, que entiendo también les ayudará a ustedes, al referenciarles fuentes de información fiables, como la del Budesbank
ENCUESTA INSTITUTO IFO SOBRE TELETRABAJO
Retomando la razón de este artículo, que no es sino el Teletrabajo, como se le conoce en España, o el Trabajo desde casa, o working from home (WFH) en inglés, el prestigioso instituto alemán IFO publicó el pasado mes de julio Working from Home Around the Globe: 2023 Report.
Ficha técnica
Este es el tercer informe de este tipo; se ha implementado en 34 países entre abril y mayo de 2023. Cubre a los trabajadores a tiempo completo, de 20 a 64 años, con educación secundaria, o universitaria, completa. Sus muestras son ampliamente representativas con respecto a la edad, el género y la educación. En Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido y los EE. UU., los tamaños de muestra ascienden a más de 2500 encuestados, respectivamente. En todos los demás países, las muestras consisten en aproximadamente 1000 trabajadores a tiempo completo.
Pueden consultar el informe completo a través del anterior enlace.
Principales conclusiones de la encuesta IFO sobre trabajo
Sin perjuicio de los cuadros que les pondré a continuación, les adelanto algunas de sus conclusiones:
La principal es que, a nivel mundial, los empleados quieren más días de WFH a la semana de los previstos en los planes de los empleadores: Los empleados quieren trabajar desde casa aproximadamente un día más a la semana, de lo que sus empleadores planean para ellos.
Los países de habla inglesa exhiben los niveles más altos de trabajo desde casa en todo el mundo (en promedio, 1,4 días por semana). Los niveles de la WFH promedian 0,9 días por semana en los países de América Latina y Sudáfrica, 0,8 días por semana en los países europeos y 0,7 días por semana en los países asiáticos.
Las regulaciones que elevan los costos de WFH, o restringen el conjunto de opciones de WFH, limitan la capacidad de los mercados para satisfacer estas preferencias.
Diferencia entre demanda y oferta de trabajo en casa
Como comentaba en las anteriores conclusiones, existe una brecha entre el número de días de trabajo desde casa por semana, que desean los empleados, y el que planifican los empleadores. Si bien a los empleados les gustaría trabajar un promedio de 2,0 días a la semana en todo el mundo, los empleadores solo planifican 1,1 días de trabajo a domicilio a la semana.
Esta brecha está presente en los 34 países. Es más grande en América Latina y Sudáfrica, donde a los empleados les gustaría trabajar en promedio 1,3 días más desde casa de lo que sus empleadores planean para ellos.
La brecha es menor en los países de habla inglesa, donde asciende a 0,7 días en promedio. Las brechas más grandes se encuentran en Argentina (1,6 días), Brasil (1,2 días) y México (1,2 días), mientras que las más pequeñas se encuentran en Japón (0,2 días), Países Bajos (0,3 días) y Dinamarca (0,4 días).
La posición de España en esta encuesta sobre Teletrabajo
España se encuentra en un entorno de demanda de trabajo desde casa (2.2 días) similar al mundo anglosajón, por encima del resto de países de la UE, por el contrario, la oferta de las empresas (1.1 días) se encuentra ligeramente por encima de la media de la UE, a importante distancia de la demanda de los trabajadores. Aun cuando en la encuesta se trate sobre las regulaciones legales, siendo la española restrictiva, tiene gran influencia en esta diferencia la mayor o menor cultura de innovación y competitividad de las empresas y resto de empleadores.
Promedio de días de Teletrabajo desde casa (WFH), por semana, que los empleados desean
(WFH)
Promedio de días de Teletrabajo desde casa (WFH), por semana, que los empleadores planifican
(WFH)
Como se perciben los principales beneficios de trabajar en las instalaciones, frente a teletrabajar desde casa
Se preguntó a los encuestados sobre los principales beneficios de trabajar en las instalaciones comerciales de su empleador y de trabajar desde casa, respectivamente.
Socializar con compañeros de trabajo (mencionado por el 62% de los encuestados), colaboración cara a cara (54%) y límites más claros entre el trabajo y el tiempo personal (43%) se perciben como los tres principales beneficios de trabajar en el negocio del empleador.
El 60% de los encuestados dice que no tener que viajar al trabajo es el principal beneficio de trabajar desde casa. El 44% de los encuestados menciona sus ahorros en costos de combustible y almuerzo y el 42% la flexibilidad frente a cuándo trabajan en las instalaciones del empleador.
PROFUNDICEMOS EN LA SITUACIÓN ESPAÑOLA EN TELETRABAJO, DE LA MANO DEL INE
Ya he comentado las deficiencias que he apreciado en el INE, por lo que no insistiré en ellas. Pero sin alcanzar el grado de información que desearíamos, podemos obtener algunos datos relevantes en cuanto a la actitud de los teletrabajadores en cuanto al aprovechamiento de esta opción, así como en cuanto a la variación de esta actitud por Comunidades Autónomas.
Respecto a la percepción de poder teletrabajar total o parcialmente, observamos que la Comunidad Catalana (43,9%) es la que ocupa el primer lugar, seguida de Madrid (41,0%), seguidas a distancia por las demás; pero es Madrid la que posee el liderazgo de personas teletrabajando (24,9%), seguida de Cataluña (21,8%); siendo Madrid la única en la que la mayoría de encuestados que entiende puede teletrabajar lo hace (24,9%), frente a aquellos que, entendiéndolo igualmente, no lo hacen (16,2%). En el resto de Comunidades Autónomas, prevalece el porcentaje de aquello potenciales teletrabajadores que prefieren no teletrabajan. En este sentido Madrid se muestra como integrante del top mundial, asociado principalmente al mundo anglosajón.
Claro liderazgo de Madrid en Teletrabajo
Cuando desglosamos el teletrabajo entre total y parcial apreciamos alguna variación en la comparativa autonómica.
Cataluña sigue estando a la cabeza de aquellos que “perciben” que podrían optar por teletrabajar totalmente (20,8%), seguida de Madrid (18,5%), pero ya logra que el porcentaje de aquellos que los hacen (13.0%) sea superior al de aquellos que optan por no hacerlo (7,8%). En cualquier caso, Madrid sigue siendo la líder de aquellos que optan por teletrabajar totalmente (13,3%).
Las comunidades más pequeñas también compiten en Teletrabajo
Cuando examinamos los resultados obtenidos en el supuesto de teletrabajo parcial, nos encontramos con un mayor número de competidores por el liderazgo, ocupando el primer, lugar de aquellos que entienden que podrían hacerlo, la Comunidad Navarra (23,6%), seguida de Cataluña (23,1%), de la Valenciana (22,8%) y de Madrid (22,5%).
Pero al pasar al terreno de la practica vuelve a ser Madrid (11,6%) la líder, a gran distancia del resto, y siendo la única que logra superar, en porcentaje de aquellos que practican el teletrabajo parcial, al de aquellos que pudiendo hacerlo no lo hacen (10,9%).
A modo de Corolario sobre el Teletrabajo
Se quiera o no, este ha venido para quedarse. Lo que ahora se debate es cuándo se convertirá en una práctica mayoritaria en todas aquellas empresas susceptibles de incorporarlo.
Aunque al lector más joven le cueste asimilarlo, la implantación de ordenadores vivió un proceso similar. Actualmente es difícil encontrar puestos de trabajo sin equipos TIC.
Cada vez son menos los comerciantes que no aceptan dinero digital, alguno hay pero no suelen corresponderse con negocios en alza, más bien todo lo contrario.
Entrar en la cultura del teletrabajo no se limita a facilitar el acceso a los trabajadores actuales de una empresa, ayudando a la conciliación y mejorando con ello el grado de satisfacción e identificación con la empresa; abre la expectativa de contratar expertos, normalmente con carácter coyuntural, asentados mucho más allá de las limitaciones que imponen los desplazamientos en coche, ferrocarril, avión o barco, y a un coste muy razonable.
En cualquier caso, no es tan importante si un empresario considera que nada hay mejor que el trabajo presencial, o que los pagos con dinero digital no tienen futuro, lo realmente relevante es el conocimiento lo más ajustado posible de la realidad social y empresarial, que permita a aquellos que se encuentran abiertos a ella, adoptar con tiempo estrategias de minimización de riesgos y optimización de oportunidades. Y esta es una de las más claras obligaciones de las Administraciones, especialmente en apoyo de las pequeñas y medianas empresas, que constituyen, según la Dirección General de Industria y de la PYME, más del 99,2% del total de empresas (2.936.485), aportando el 65% del VAB y el 63,72% del empleo en España.