José Barta. 22 de diciembre 2022
Estos apuntes no tienen por finalidad ahondar en las posibles causas de los efectos que se destacan. Su finalidad es la de destacar un fenómeno concreto, que supone una desviación respecto a los estándares asentados, aceptados como normales, hasta ese momento.
Hoy quiero destacar el incremento del promedio de fallecimientos entre 2020 y 2022, en comparación con el periodo 2016-2019, sin otra aparente anomalía que la pandemia sufrida.
La grafica de la desviación de muertes en España resulta espectacular en el primer año de la pandemia. Incluso comparada con la desviación del incremento de mortalidad en la media de la Unión Europea. Este acontecimiento creo que todavía no ha hecho reflexionar suficientemente a los responsables estatales y autonómicos de la sanidad en nuestro país, prueba de ello son las últimas manifestaciones y huelgas que estamos sufriendo, que se mitigan más por la responsabilidad de los sanitarios, a los que afecta en conciencia la desprotección de sus pacientes, bastante machacados ya por la pandemia, que por la adopción de medidas correctoras de las autoridades sanitarias respectivas. No es un tema ideológico, es un tema de competencia y honestidad en el diseño y aplicación de políticas sanitarias. Salvo que la ideología en cuestión tenga como finalidad el rejuvenecimiento de la población vía incremento fallecimiento de ancianos, por ejemplo.
Sarcasmos aparte, nos encontramos con un problema muy grave a cuya solución se le destinan insuficientes recursos materiales y no se incorporan los necesarios profesionales.
Cuando contemplamos los datos estadísticos comparados, no solo con la media comunitaria también con países de similares poblaciones a la española, nos encontramos con datos que resultan impactantes, en perjuicio de la imagen de uno u otro de los países reseñados, en función de la fecha elegida dentro del tiempo de desarrollo de la pandemia.
En abril del 2020 el triste liderazgo en incremento de mortalidad lo tiene España, respecto a la muestra seleccionada.
En noviembre de 2020 asume ese macabro protagonismo Polonia.
En abril 2021 Polonia y Hungría destacan frente al resto de la muestra en la correspondiente gráfica, mientras España se posiciona última, con la menor desviación en el incremento de mortalidad.
En diciembre 2021 España sigue manteniendo la menor desviación en mortalidad, dentro de la muestra seleccionada, por debajo de Italia, Francia y Alemania (casi la mitad que esta última)
En julio 2022 España asume el liderazgo de esta dramática clasificación, seguida de Italia, siendo Polonia y Hungría, por este orden, las que menor desviación de mortalidad presentan.
Finalmente, en octubre 2022 vemos como es Alemania la que encabeza esta estadística de incremento de mortalidad comparada, triplicando la de España.