José Barta, 11 de marzo 2021
Resumen:
La pandemia que todavía sufrimos ha servido para encararnos con nuestra realidad en numerosos frentes, comenzando por el sanitario, por las consecuencias de los continuos recortes presupuestarios, que se han ido produciendo a raíz de la crisis del 2008.
Abril fue critico para todos los países europeos. Utilizaré estadísticas sobre exceso de mortalidad, dada la manipulación que se ha realizado con los diagnósticos Covid. Mientras la media de la UE daba una desviación del 25% mas de fallecimientos que en el promedio de los 4 años anteriores, en España tuvimos un 79,4% más. Mayoritariamente en Madrid.
La dramática situación vivida en España nos llevó al cierre total de nuestra actividad, incluido el culto religioso
En una sociedad que vive principalmente del sector servicios, y dentro de estos de restauración, hoteleros, viajes, turismo en definitiva y comercio minorista vinculado con él. Y hemos llegado a estar un mes entero cerrados, sin nuestra principal fuente de ingresos.
PIB
El cierre de nuestra actividad empresarial ha tumbado nuestra producción de riqueza, siendo el país con mayor caída del PIB de la Unión Europea, cayendo hasta −11,0% respecto a 2019.
Desempleo
Que ha sucedido, pues que, con la demanda parada y la capacidad de producción también parada, nuestro tejido empresarial se ha tambaleado en general, viniéndose abajo en algunos sectores y zonas geográficas concretas, con la consiguiente perdida de empleo.
El número de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) superó en el pasado mes de febrero los 4 millones por primera vez desde abril de 2016 tras aumentar en 44.436 personas.
A estos se sumará un %, difícil de precisar, de los 738.969 trabajadores actualmente en ERTE.