José Barta. 2 de octubre 2019
El segundo trimestre del año, ha aportado una nueva caída en el diferencial del coste de la mano de obra en España, respecto a sus principales competidores en la zona euro.
Un informe elaborado por el instituto de estudios francés Rexecode pone de manifiesto, con datos de Eurostat, que la productividad española sigue afianzándose en el control salarial.
Ni investigación puntera, ni nuevos desarrollos tecnológicos, ni procesos altamente innovadores son el soporte de nuestra estrategia de competitividad en los mercados internacionales. Sol y mano de obra barata siguen siendo los principales ejes de una política económica, que no parece sea capaz de afrontar los retos que ofrece una realidad en permanente cambio, en la que se ha institucionalizado la incertidumbre como marco de actuación económico empresarial.