Intervención del Padre Octavio Ortiz de Montellano en el IV Encuentro judeocristiano
“Me parece significativo que se invite a este encuentro a Edith Stein como figura emblemática. Edith es en sí un encuentro judeo-cristiano. Lo es por su biografía, en especial su nacimiento el día del Yom Kippur y por su muerte en el que se da un encuentro misterioso entre judaísmo y cristianismo; lo es por su antropología bíblica fundada en el libro del Génesis; lo es, finalmente, por la armonía que presenta entre la vocación natural de la mujer como esposa y madre y su inserción en toda realidad humana, en lo que ella llama las “vocaciones naturales” de la mujer.
“La formación no es la posesión de conocimientos exteriores, sino la configuración que la personalidad asume bajo la influencia de múltiples fuerzas formadoras”[1]. Estas palabras de Edith Stein nos orientan sobre el auténtico significado del desarrollo de la persona humana, o dicho de otro modo, del despliegue armónico de la personalidad.
Familia, Escuela y desarrollo de la persona, título de nuestro encuentro constituyen hoy un gran desafío y una apremiante tarea de la sociedad. En Europa, de modo especial, estamos de frente a una emergencia educativa. Lo saben muy bien, no sólo las familias, sino el Estado y las Instituciones educativas todas. Este Encuentro Judeocristiano sensible al momento cultural considera el tema –según me parece -con una doble mirada.” (Padre Ortiz de Montellano)
Enlace a la ponencia completa: Edith Stein Padre Octavio Ortiz de Montellano