José Barta; 13 de diciembre 2015
“Nuestra identidad está compuesta de dos partes: una social, que constituye el conjunto de capacidades que nos permiten desarrollar una profesión, y la otra más personal, que nos hace buscar aquello que nos encanta. Por ejemplo, Antonio deseaba ser médico, pero para ello necesitaba realizar unos estudios complejos que no le gustaban demasiado. El sistema funciona bien cuando ambos sistemas están sincronizados.”
Así comienza la doctora Kaufmann, catedrática de Sociología, su participación en el III Encuentro judeocristiano, bajo el título “Contaminación emocional: Un mal de nuestro tiempo”
Con un ritmo ágil y sugerente nos va mostrando los síntomas de una sociedad, integrada por personas que, a la sensación de soledad compartida, día a día descubren una mayor divergencia entre sus capacidades y sus intereses.
Mi buena amiga Alicia Kaufmann, a la que nunca agradeceré suficientemente su participación en este III Encuentro, y de la que confío participe en los sucesivos, nos muestra la actual encrucijada social con la apasionada narrativa de un autor de novelas de misterio.
Estoy convencido de que compartirás mi deseo de seguir escuchándola/leyéndola.
Puedes acceder al PDF de su exposición a través de este enlace: Hemos perdido el norte