José Barta; 6 de marzo 2015
¿A que no se lo puede creer? Pues es absolutamente cierto; es más el actual Ministro ha llegado a comparar el incremento de productividad con los tipos de colesterol: “Hay una productividad buena y una productividad mala. La mala es la que se genera con destrucción de empleo. (…) el trabajador menos productivo es el que está fuera del sistema. El capital humano es fundamental. Si se crea empleo, a largo plazo aumentará la productividad.”
¿Aumenta su asombro? Hace bien, ya que, si bien estas declaraciones son ciertas, la trampa que le he tendido, querido lector, consiste en que las realizó siendo Secretario de Estado de Economía, a Yolanda Gomez, periodista de ABC, y se publicaron el de de noviembre de 2003.
He encontrado esta entrevista mientras revisaba hemerotecas, en busca de artículos en 2003 sobre la crisis inmobiliaria.
El motivo de mi búsqueda no es otro que documentar suficientemente la opinión dominante que, en dicho año, existía sobre la situación del mercado inmobiliario de viviendas, sobre cuya inminente crisis había advertido, en un informe elaborado a petición de la Fundación Encuentro (Fundacion encuentro 2003-cap5 Nota suelo y vivienda), advirtiendo de que entraba en una fase insostenible, tanto en cuanto al crecimiento de los precios, como respecto al excesivo número de viviendas en fase de construcción. Dicho informe me granjeó la animadversión de la mayor parte de los inmobiliarios y la descalificación de “sus expertos”, aun cuando hoy se intente “vender” que en aquellas fechas “ya se veía venir”. A este respecto solo manifestaré que si la mayoría lo veía venir lo disimulaban extraordinariamente bien.
Y es que, manifestar la verdad, quizás termine haciendo libre a las personas, como se afirma en los Evangelios, pero lo primero que genera es la inquina de los que no la practican.
Comprendo que los defensores a ultranza de la política desarrollada por nuestro Gobierno pueden argüir que la recuperación económica exigía necesariamente sacrificar a la población para salvar a las entidades financieras (normalmente suelen generalizar con “salvar el sistema financiero”, algo que es tan falso como la necesidad de salvar a las entidades quebradas), para más tarde salvar a la población.
Este es el enrevesado argumento en el que se escuda el Gobierno, con De Guindos a la cabeza, olvidando que el resultado real ha sido el empobrecimiento creciente, e irrecuperable a medio plazo, de la mayoría de la población.
Y es que en la práctica ni una sola de las medidas que este Gobierno ha adoptado, en la medida en que se ven obligadas a confrontarse con la realidad de los mercados, ha logrado fructificar según sus previsiones. Desde la ineficacia de la reforma laboral para recuperar empleo, hasta la caída de los precios previstos para la venta de sus activos inmobiliarios de su propiedad, pasando por los inexistentes beneficios de la SAREB, y por el sobre coste real de los rescates de las entidades financieras, así como la incapacidad para eliminar el déficit público, a pesar de haber reducido extraordinariamente los servicios sociales.
Por cierto, en esta línea de denuncia de desaciertos del Gobierno Rajoy, ¿no tiene curiosidad por saber lo que opinaba De Guindos, en dicha entrevista, sobre la posible crisis inmobiliaria? Pues con gusto se lo transcribo, dado que no tiene desperdicio:
Pregunta: Una de las principales críticas que se hace desde la oposición es que el crecimiento español se está basando en el endeudamiento de las familias y en la construcción, con lo que se está comprometiendo el posible gasto futuro.
De Guindos: Nuestro endeudamiento continúa por debajo de la media europea y hay que tener en cuenta que las familias se endeudan para adquirir vivienda, no para comprar bienes de consumo perecederos. Si es cierto que las familias están más endeudadas, pero están aumentando su riqueza patrimonial y financiera y hay unos activos que se transmitirán a las generaciones futuras.
El subtitulo de la entrevista, entrecomillado es: “No hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de los precios al alza que se va a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencia en los procedimientos de urbanismo”
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