El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Alcorcón ha condenado a Bankia a devolver 45.000 euros a una pareja de jubilados sin conocimientos financieros a los que vendió participaciones preferentes en 2009 sin ofrecerles toda la información necesaria sobre este producto, incluida la posibilidad de perder todo el capital invertido.
La Sala recuerda que fue el director de oficina quien llamó “insistentemente” a los afectados, “ofreciéndoles intencionalmente el producto que probablemente era el que más convenía a los intereses de la entidad financiera” y advierte de que la elección del inversor “no se ajustaba” al perfil de riesgo.
También hace hincapié en la “falta de escrúpulo” de la entidad bancaria por seleccionar a un cliente “especialmente vulnerable”. Así, detalla que eran personas mayores de edad, “especialmente vulnerables y fáciles de convencer por su ausencia de estudios, confiados y con medios económicos procedentes de los ahorros de toda una vida”.