El juzgado de instrucción número dos de Madrid ha declarado en concurso voluntario de acreedores a la inmobiliaria Bami, presidida por Joaquín Rivero, después de que la compañía no haya logrado refinanciar una deuda de 627 millones de euros. Se trata de la última de las grandes inmobiliarias creadas en la época del boom en acogerse a la medida.