Las seis grandes constructoras españolas acumularon una deuda conjunta superior a los 40.742 millones de euros durante el primer trimestre del año, un importe que, sin embargo, se ha reducido un 9 % respecto al que se contabilizaba a cierre de 2012, cuando rozaba los 45.000 millones.
Su posicionamiento en el mercado exterior es casi el último recurso que les queda para seguir reduciéndola, teniendo en cuenta que la mayoría ya ha procedido a realizar ampliaciones de capital y/o emisiones de deuda convertible.
A 31 de marzo, el mayor pasivo financiero lo concentraba Sacyr, 8.619 millones; seguida de Acciona, con 7.549 millones; FCC, con 7.254,2 millones; ACS, con 5.989 millones; Ferrovial, con 5.755 millones y OHL, con 5.576 millones.