José Barta; 24 de noviembre 2012
El Ministerio de Economía ha alcanzado “acuerdos verbales” con varios fondos internacionales para que participen en la Sociedad de Gestión de Activos procedente de la Reestructuración Bancaria (Sareb), si bien sólo ha logrado arrancar este compromiso para entrar a través de deuda y no con capital, según algunas fuentes financieras.
Desde el anuncio de su creación vengo diciendo que no es creíble que los fondos extranjeros se interesen en el capital del “banco malo”, al menos con las actuales condiciones de adquisición de activos y sin un plan de negocio mínimamente ajustado a la evolución más probable del mercado en los tres próximos años. A los sumo podrían interesarse fondos buitre, siempre que se reduzcan sustancialmente los precios de adquisición de los activos, y es más que probable que estos optaran por comprar directamente inmuebles, antes que embarcarse en una aventura tan incierta, gestionada por jovenes funcionarios y algún financiero sin experiencia en este tipo de empresas.
Otra cosa es que los inversores internacionales sí vean rentable el cupón del 8% que ofrece Economía para la deuda subordinada, personalmente también me puedo sentir atraído por dicha rentabilidad.
El “banco malo”, que prevé estar en pleno funcionamiento en una semana, necesita cubrir 2.200 millones de capital privado antes de que finalice este año. El mercado da por hecho que la gran banca española “será forzada” a participar en la Sareb, a la que aportaría 500 millones en capital y unos 1.200 millones en deuda.
Quizás al Gobierno se le ocurra admitir el blanqueo de dinero negro, si con ello consigue cubrir el capital que necesita este “invento” del Ministro De Guindos. Naturalmente no lo llamarán así.
En total, la Sareb tendrá unos fondos propios de 5.000 millones, de los que 1.000 millones serán capital directo y el resto (4.000 millones) deuda subordinada.