José Barta: 25-10-2010
Dos son las causas que me obligan, una vez más, a escribir sobre el gravísimo problema que el mercado de vivienda supone y supondrá para nuestro país: unas manifestaciones de la CEOE, en un informe presentado en la última Junta Directiva del pasado miércoles, en el que avisa de que la eliminación de la deducción por compra de vivienda para rentas superiores a los 24.000 euros a partir del 1 de enero tendrá un “efecto contrario” al previsto, puesto que, al desincentivar el mercado de compraventa, derivará en una merma de los ingresos tributarios superior al ahorro estimado por el Gobierno; y un nuevo informe elaborado y publicado por The Economist, en el que se afirma que el precio de la vivienda en España está sobrevalorado en un 47,6%, pese a los descensos registrados en los últimos meses, según el semanario británico, que constata que el ratio que compara el importe de venta de los inmuebles y el precio de los alquileres es más elevado en España que en el resto de las principales economías mundiales y europeas.
Las dos manifestaciones son relevantes: la primera alerta a los propietarios españoles sobre la posibilidad de que el Gobierno rectifique en su política fiscal, lo que les hará afianzarse en su estrategia de mínima bajada de precios, por lo que pueda suceder; mientras que la segunda desanima a los posibles compradores extranjeros, a la espera de la definitiva caída del mercado, la que, no por más anunciada acaba de producirse.
La primera de las consecuencias es importante, dado que la medida, adoptada por el Gobierno de España, afectará a un 25% de los contribuyentes que actualmente se benefician de esa ayuda y que, según datos de la Agencia Tributaria correspondientes al ejercicio 2008, ascendían a un total de 6,6 millones de personas. Personas que son las mejor situadas económicamente a efectos de conseguir la necesaria financiación hipotecaria.
Les aconsejo encarecidamente que se lean mi post titulado “El precio de la vivienda ha caído más de lo que afirman el Gobierno y el INE, y todavía seguirá cayendo” ya que el actual no deja de ser una actualización del mismo.
Si se toman la molestia de estudiar el cuadro que en el citado post incorporo sobre el esfuerzo de las familias, comprobaran que, sin perjuicio de la incidencia, desde mi punto de vista mínima como explico en otro post, que pudiera tener el incremento del IVA , el autentico drama para los propietarios-vendedores de viviendas surge con la retirada de las deducciones fiscales en el IRPF a los nuevos compradores. El esfuerzo exigible retrotraería a la situación vivida en marzo de 2009 (35,0 frente al actual 27,0), lo que significaría un descuento complementario, superior al 8%, en el precio, añadible al ya actualmente preciso; naturalmente para el mercado de vivienda de uso propio, no para el de segunda vivienda, que ya cuenta con bastantes problemas como para sumarle este.
Se prolongará más la agonía, y eso no es bueno, salvo para algunas entidades financieras que, por el momento, se verán libres de estos singulares competidores.
Por otro lado tenemos el reciente informe de The Economist, en el que se afirma que tan sólo Hong Kong, con un ratio entre el importe de venta de los inmuebles y el precio de los alquileres del 58,1%, y Australia, con un 63,2%, superan el dato registrado por el sector inmobiliario español.
Obviamente esta no es una buena referencia para el atractivo de nuestro mercado, a efectos de captar el interés de los inversores extranjeros, y es que los datos de los que parte The Economist son los proporcionados por el fenecido Ministerio de Vivienda, que tanto he criticado desde este blog, por estimar que se encuentran más próximos a la desinformación que al rigor científico.
Atribuye una caída, en el tercer trimestre de este año, del 3,4% en España, frente al 8,3% del pasado año. El sumatorio total nos deja muy lejos de la bajada estimada como razonable por esta publicación.
Tras España, señala a Francia, de entre las principales economías del mundo, el país con el precio de la vivienda más sobrevalorado, en concreto un 42,5%. Por debajo de nuestro país sitúa al Reino Unido (32%), Canadá (23,9%), China (18,1%) e Italia (-10,5%). Incluso en Japón, Alemania y Estados Unidos el valor de la vivienda está por debajo del precio ideal: un -34,6%, un -12,9% y un -2,1% respectivamente.
Dado que nuestra capacidad de consumo interno está bastante limitada, en parte por la situación económica del país, pero en gran medida por la incapacidad de absorber la gran producción de viviendas, en particular las costeras, desarrolladas en los últimos años, necesitamos ganar la confianza de los inversores extranjeros, mostrándoles nuesto mercado inmobiliario como un mercado de oportunidades, pero por el camino que vamos difícilmente lo lograremos, y para colmo, cada dos días, es un decir, se descuelgan nuestros representantes políticos, y algunos inmobiliarios, con el cuento de que se recuperan los precios, vamos ¡que nos los quitan de las manos!, pues con esta estrategia va a ser difícil que acabemos de tocar fondo.