José Barta, 22-04-2010
“El ajuste en el sector inmobiliario estaría casi completo, con una caída de los precios de la vivienda de entre el 20% y el 30% en las grandes ciudades e incluso del 50% en la costa”. Así lo asegura un reciente informe elaborado por la división de Global Banking del Banco Santander, titulado The contrarian view
Lamentablemente no he conseguido ningún enlace con el informe, por lo que tengo que emplear los entrecomillados de informaciones de medios de comunicación fiables, y no puedo analizar a fondo sus conclusiones.
Por lo leído, las mismas, coinciden casi al 100% con los pronósticos que realicé, a finales del mes de febrero de 2009, en la sede de la APIE (Asociación de Periodistas de Información Económica), ante un nutrido grupo de profesionales de los medios de comunicación.
Aprecio el que los analistas de una entidad como el Santander, líder de un grupo que, aunque se encuentre mejor que la mayoría, no carece de problemas con la tenencia de viviendas adjudicadas – bien sea por la vía habitual de la dación en pago, sea por otras vías más discretas (recuérdese la pseudo adjudicación de suelos y viviendas de Reyal Urbis, bajo la “ingeniosa” formula de “empresa conjunta”)-, asuman los pronósticos adelantados por mi hace más de un año.
Valoro ese reconocimiento implícito, pero el caso es que yo ya no pienso como hace un año (que, por cierto, a mi me han parecido cinco), actualmente la situación en España a cambiado a peor; en parte por la escasa preparación y abundante demagogia de nuestros gobernantes, en parte por la insolidaria actuación de nuestras entidades financieras y en parte por la falta de planteamientos realistas –con la consiguiente falta de estrategia valida- de nuestras inmobiliarias, para la gestión de la crisis.
Por ello, para cuando los analistas del Santander han llegado a estas conclusiones, y no son de los últimos en llegar, yo ya llevo un año pulsando las nuevas circunstancias, y he llegado a nuevas conclusiones, que se resumen en que en las grandes ciudades se verán caídas puntuales de hasta el 40%; en los extrarradios podrían llegar, las caídas puntuales, al 50%; y en algunas costas (zonas de Almería, Castellón y otras) muchos inmuebles no se venderán, ni con descuentos superiores al 50%, al menos en los próximos 30 años (he incrementado en 10 años la previsión realizada en 2009, dada la deriva de nuestra economía). Si bien he de matizar que la mayoría de esas caídas corresponderán a viviendas de segunda mano, cuyos propietarios no se vean atenazados por hipotecas de importe superior al del valor de sus inmuebles. Estas viviendas no tienen por que ser antiguas, y sus propietarios son, indistintamente, particulares y pequeñas y medianas empresas que “invirtieron en ladrillos” en época de boom, sin que su actividad tenga porque ser la inmobiliaria.
Las entidades financieras aguantarán al máximo, les va mucho en ello. ¿La pregunta es si todas podrán resistir?
Esto por ahora, porque la cosa no ha terminado aun. Para los más escépticos admito apuestas, a ver si por fin gano dinero con este blog.