He esperado al periodo de descanso que proporcionan las vacaciones de Semana Santa, para realizar diversos comentarios sobre el recientemente publicado informe “Tendencias del Mercado Inmobiliario 2010” , elaborado conjuntamente por Urban Land Institute y PricewaterhouseCoopers.
Vaya por delante que este tipo de informes-encuestas, elaborados mediante entrevistas a un elevado número de profesionales – en este caso más de 645 personas – no me genera confianza en sus conclusiones. Cuando se repasa la lista de estos profesionales encuestados se descubre entre sus filas a un elevado numero de aquellos que, hace apenas tres años, fueron incapaces de prever la debacle con la que nos encontramos actualmente, pero es que hace dos años todavía defendían que la crisis resultaría corta en el tiempo y moderada en la profundidad. Esto es perfectamente comprobable, al menos con la mayoría de los participes españoles. Por ello me disculparan si cuestione sus conclusiones. Tan solo me sirven los datos que puedan aportar, en la medida en que sean reales, o al menos creíbles, que no siempre es fácil medir la realidad.
Según el informe de ULI-PwC , en los balances de los bancos de la eurozona, constan préstamos al sector inmobiliario, por un importe de 781.000 millones de euros. En este marco conviene recordar que recientemente el Banco de España reconoció que la exposición del sistema financiero español (bancos, cajas y cooperativas) al sector de la construcción y la promoción en España era de 445.000 millones de euros en 2009. Si estas cifras son correctas, y las del B de E no suelen ofrecer duda, la primera de mis observaciones, de las que iré desarrollando en sucesivos comentarios, es que nuestro sistema financiero soporta un riesgo inmobiliario superior al 56% del total del de la zona euro. Y la totalidad de dicho riesgo está ubicado en España. Desde luego este dato es para poner los pelos de punta dada la crisis que vivimos, y pone en duda la estabilidad del sistema financiero español. Si contemplamos los riesgos asumidos por las entidades británicas (250.000 millones de Libras) nos situaríamos en un importe total próximo al 1.000.000 de millones de euros (Un billón español de euros), lo que bajaría nuestro porcentaje a algo más del 44,5%.
La pregunta del millón es la de si esta situación obligará a las entidades financieras a realizar ventas desesperadamente o no.
La respuesta la daré, en mi opinión, en el siguiente comentario.
José Barta 31-03-2010